Subtitulo: Transferencia tecnológica: Forestales
Febrero 2007 (Susi Gómez Vives y Michel Ferry)
Este protocolo quiere ser una herramienta de ayuda en la forma de proceder ante la detección de una palmera afectada por la plaga del picudo rojo de la palmera.
Las recomendaciones que contiene se han establecido de acuerdo con las conclusiones principales de los expertos participantes en la Conferencia Internacional en RPW del 2005 de noviembre en Valencia.
Estas conclusiones son:
- Es imposible garantizar que una palmera esté libre de picudo rojo sólo por inspección visual, incluso después de varios tratamientos con insecticidas no sistémicos
- La importación de palmeras de un área infestada es un riesgoinaceptable de introducción del picudo a las áreas libre de esta plaga hoy. Este riesgo existe para los movimientos internacionales, nacionales, regionales y locales de palmeras
- El trampeo de adultos mediante el uso de feromona + coatrayente con el olor de la planta debería estar incluido en cualquier programa de control del PRP como una herramienta importante para monitoreo de infestación y captura masiva de adultos, siempre que se utilicen trampas correctamente diseñadas y con el cebado adecuado, un servicio de mantenimiento de las trampas de alta calidad y se asegure la protección química de las palmeras vecinas a las trampas olfativas.
- Las palmeras en las áreas infestadas deben tratarse con insecticidas sistémico.
INTRODUCCIÓN
En base a estas conclusiones hemos elaborado recomendaciones precisas para una acción urgente que tiene en cuenta el contexto local, numerosas observaciones realizadas sobre el comportamiento del picudo rojo en este
contexto y los intercambios realizados con los mejores expertos internacionales de esta plaga.
Se basan en cinco acciones fundamentales: inspección reiterada de las palmeras, eliminación rápida de las palmeras muy infestadas, tratamientos preventivos y curativos, trampeo de adultos y medidascuarentenarias.
Estas recomendaciones estarán sujetas a revisión de acuerdo con losresultados de las investigaciones que la comunidad de científicos está llevando a cabo para su mejora.
Inspección
Cuando se descubre una palmara infestada, de manera rápida, se deben inspeccionar todaslas palmeras en un radio de 1.000 m alrededor.
El objetivo es descubrir las palmeras muy infestadas y eliminarlas inmediatamente. Esta primera inspección se seguirá por una inspección más profunda y continuada de todas las palmeras de la zona.
En el caso de la palmera datilera, este trabajo de inspección debería acompañarse por una campaña de eliminación sistemática de loshijuelos que debería iniciarse inmediatamente en el momento de detectar una palmera afectada y ser tan breve como sea posible. Los hijuelos constituyen un lugar preferencial de ovoposición y por consiguiente de puerta de entrada de infestaciones. La eliminación de los hijuelos constituye una manera muy eficaz de descubrir una palmera infestada y sirve más tarde para mejorar la inspección de los troncos. Tras la eliminación de los hijuelos debe realizarse un tratamiento químico y la aplicación de un mástic en las heridas (ver más adelante).
Con respecto a la palmera de Canarias, el hecho de que esta especie atraiga preferentementeal picudo (sin importar su talla) hace que todas laspalmeras de esta especie que se encuentren en la zonadeban ser urgentemente localizadas y controladas y posteriormente inspeccionadas regularmente.
El picudo suele atacarlas en el área de la yema terminal, presentan la ventaja de que los síntomas de ataque se manifiestan antes que en las datileras.
Las inspecciones deben ser regulares y continuas.
En las zonas donde se hayan detectado ya palmeras infestadas, se debe establecer un protocolo de revisión que permita detectar rápidamente la aparición de cualquier síntoma sospechoso.
Eliminación de las palmeras
La administración ha decretado la eliminación de todas las palmeras infestadas por el picudo rojo, siendo su hallazgo de obligada información.
Como estrategia de erradicación a corto plazo, está bien, pero pensando a medio y largo plazo, sería necesario que se tuvieran en cuenta los parámetros siguientes: la localización del insecto en la palmera, el daño realizado sobre la misma y el grado de infestación:
– Con respecto a la palmera datilera, la infestación suele comenzar en la zona donde se encuentran los hijuelos. Muy a menudo,esta infestación progresa muy lentamente(la datilera ofrece mayor resistencia que la canaria).
Cuando se detecta al principio, lo que puede suceder perfectamente al cortar los hijuelos o al inspeccionar el tronco, la infestación puede afectar sólo a una zona muy superficial, en este caso, se debe realizar una limpieza completa de esta zona (más tratamiento químico y aplicación de mástic) y el desarrollo futuro de la palmera no se verá afectado.
Desde un punto de vista fitosanitario, la eliminación de esas palmeras es totalmente inútil y conlleva importantes gastos también inútiles (eliminación, renovación). Cuando se trata de ejemplares de gran talla, tiene además serias consecuencias en la conservación del patrimonio paisajístico.
– En caso de infestación en la parte superior del tronco dónde se encuentran las hojas, lo que ocurre normalmente en el caso de la palmera de Canarias, pero también puede ocurrir en las datileras,debe realizarse una evaluación del grado de infestación.
En el caso de infestaciones detectadas en una fase inicial y no grave, se pueden realizar tratamientos insecticidas por inyección al tronco o con el agua de riego con sistémicos para eliminar las larvas y adultos que se encuentren en el interior. La aspersión de las bases de hojas con insecticida completará este tratamiento al matar los adultos que puedan emerger de los capullos. Estos capullos se encuentran en la superficie de las bases de las hojas o entre ellas y, muy a menudo, si el rociado ha sido bien hecho, las larvas, pupas y los adultos que aún están dentro del capullo pueden ser también eliminados. Estos tratamientos deben
continuarse mediante la inspección regular de las palmeras durante los meses siguientes.
La adopción de estas medidas en lugar de eliminar estas palmeras no representa ninguna amenaza fitosanitaria, es mucho menos costoso y podría permitir la preservación del patrimonio paisajístico.
– No obstante, debe absolutamente eliminarse una palmera infestada si no se puede asegurar con total certidumbre que se van a aplicar los tratamientos y las inspecciones anteriormente indicados.
El corte y destrucción de las palmeras debe llevarse a cabo con las máximas garantías que garanticen la no dispersión de los adultos, que puedan escaparse de la palmera en cualquiera de los procesos que conlleva: tala, transporte y triturado o enterrado de restos.
El procedimiento de eliminación es normalmente confiado a una empresa contratada por el gobierno autonómico correspondiente. No existe un protocolo común, así en cada Comunidad se realiza de forma diferente y en muchos casos nada segura, pues se talan y transportan las palmeras durante muchos kilómetros sin tomar medidas que eviten la dispersión.
Tratamientos químicos
Los tratamientos contra el picudo deben formar parte de una estrategia de lucha global (que incluya todos los puntos aquí expuestos) con vistas a la erradicación del picudo en una zona determinada, en un plazo de dos a tres años, pero nunca con un uso aislado y particular, pues además de que su efectividad sería casi nula la acción sobre el medio ambiente podría ser
devastadora.
1) Productos
Los tratamientos por aspersión sólo pueden actuar sobre la población de picudo a su alcance (larvas a punto de pupar, pupas y adultos recién emergidos o que acaben de llegar a la palmera), pero nunca pueden penetrar estos insecticidas al interior del estípite o del raquis de las hojas donde se encuentran las larvas jóvenes y los adultos que permanecen en el interior.
La persistencia es de 3 a 4 semanas. Para llegar a esta población “escondida” es necesario el uso de sistémicos vía radicular (en palmeras en macetas o contenedores) o de insecticidas inyectados al tronco. La persistencia es de varios meses a un año, dependiendo del producto.
Se deben utilizar los productos autorizados para la lucha contra el picudo rojo del Registro de Productos Fitosanitarios del MAPA: https://www.mapa.gob.es/es/agricultura/temas/sanidad-vegetal/productos-fitosanitarios/registro/menu.asp.
2) Tratamientos preventivos
En un radio de 1.000 m alrededor del lugar donde se han detectado palmeras infestadas, todas las palmeras datileras jóvenes,con hijuelos, así como las canarias de cualquier talla, deben tratarse lo antes posible. Se deberíarepetir el tratamiento al mes y medio.
El tratamiento insecticida consistirá en verdaderas duchas (de 10 a 20 litros de solución por palmera) de otra forma son ineficaces. Para la palmera datilera, el tronco(hasta 2m) y los hijuelos deben tratarse. Parala palmera de Canarias, las hojas centrales,las bases de todas las hojas y la parte superiordel tronco.
3) Tratamientos curativos
Sobretodo en el caso de la palmera datilera, donde la infestación suele realizarse en la base, o de palmeras canarias o washingtonias con entrada de la infestación por el tronco, podrían utilizarse los
siguientes métodos:
Infestación superficial:
– Eliminación mecánica de las larvas, limpieza de los tejidos afectados, aplicación de mástic, tratamiento químico.
Infestación más profunda, pero no grave:
– Uso de sistémicos por inyección o en agua de riego, cuando el riego es localizado, tratamientos químicos complementarios por aspersión como se ha descrito anteriormente.
Trampeo del picudo rojo
1) Trampeo para captura masiva
Se deben colocar trampas en un radio de 1000 m del lugar donde se detecten palmeras infestadas: en los alineamientos de palmerasa lo largo de las calles una cada 50m, unapor cada rotonda con datileras, en los parques yhuertos una cada 2.500m22.
Como sabemos que algunos adultos atraídos por las trampas no caen en las mismas sino que son atraídos por las palmeras cercanas, laspalmeras situadas en un radio de 50 m delas trampas deben tratarse regularmente.
La captura masiva se realizará fundamentalmente de primavera a otoño.
Si tras 12 meses no se detectara ninguna nueva palmera en este área y no se hubiera capturado ningún picudo, el dispositivo podría aligerarse y transformarse en uno de monitoreo (ver más adelante).
2) Trampas para monitoreo
Como recomienda la comunidad nacional e internacional de expertos sobre el picudo rojo, debe colocarse un dispositivo de trampeo para monitoreo en zonas donde se sospeche que pueda haber llegado el picudo.
La densidad de las trampas debe ser de una trampa cada 3 ha.
Las trampas para monitoreo se mantendrán durante todo el año.
Igual que en el caso de trampeo masivo, las palmeras vecinas a las trampas deben protegerse con tratamientos insecticidas preventivos.
Características de las trampas
Las trampas consisten en cubos de unos 15 l y de alrededor de 30 cm de alto, con una tapa. Se practican cuatro aberturas laterales repartidas alrededor del cubo, de unos 9 cm2 de área y a unos 10 cm del borde superior del cubo. Se practican también 4 aberturas de las mismas dimensiones en la tapa.
Que la superficie del cubo sea lisa o rugosa no tiene mucha importancia si, como se aconseja más adelante, las trampas se colocan parcialmente enteradas.
Suspendidos de la tapa se colocan: un difusor que contiene la feromona de agregación compuesta de 4-metil-5-nonanol a 90%(w/w) y de 4-metil-5-nonanona a 10%(w/w)), y otro de acetato de etilo.
Existen varios proveedores de estas sustancias.
Dentro de la trampa se coloca otro recipiente más pequeño que contiene agua y dátiles, o caña de azúcar o trozos de palmera en fermentación. Hay en marcha investigaciones para fijar cual de estos elementos es el más efectivo y para encontrar un producto que pueda sustituir a esta mezcla.
De momento se sabe que añadir estos elementos en putrefacción es indispensable para aumentar la eficacia de las trampas.
El fondo del cubo se cubre con agua para ayudar a mantener la humedad y ahogar los picudos.
Mantener un alto nivel de humedad en los cubos constituye un elemento clave de la eficacia de las trampas.
Se coloca también en el interior un embudo que ajuste perfectamente por debajo de las aberturas laterales del cubo. Hemos observado que la presencia de este embudo es muy importante para favorecer la caída del picudo en la trampa. Además puede impedir que salga.
Con este dispositivo y con el agua en el fondo del cubo, no sería necesario utilizar ningún insecticida.
Las trampas se colocarán preferentemente a la sombra y nunca al pie de una palmera sino a mitad de distancia entre las palmeras vecinas al punto elegido para colocar la trampa.
Las trampas se colocarán enterradas en el suelo justo debajo del nivel de las aberturas. Pues nuestras observaciones sobre el comportamiento del picudo indican que, de preferencia, el picudo se acerca a las trampas andando y que la eficacia de las trampas es mucho mejor cuando el cubo está enterrado como anteriormente indicado en lugar de ser colocado en
superficie.
Se revisarán periódicamente (al menos cada quince días) para recoger y anotar el número de picudos atrapados, comprobar que siguen bien colocadas y completar si es necesario el nivel del agua.
Si están al sol es necesaria una revisión semanal durante el verano. Se debe renovar la materia en fermentación cada tres semanas.
Los atrayentes (feromona y acetato) se deben renovar periódicamente de acuerdo con las indicaciones del fabricante, aunque se debe ser prudente y valorar uno mismo la duración real en campo.
El tipo de trampa, el lugar y forma de colocación de las mismas así como los tipos de atrayentes y el sistema de mantenimiento de las trampas tienen una importancia considerable sobre la eficacia del sistema de trampeo. Si el conjunto de estos factores está mal aplicado, el trampeo puede ser perfectamente ineficaz y peor aún contra-productivo. Se debería seguir con muchísimo cuidado las normas basadas en la experiencia adquirida en otros países.
Medidas agronómicas
En las palmeras datileras se deben eliminar los hijuelos (zona preferida de entrada del picudo).
Se debe proteger posteriormente la herida con mástic.
En general se debe evitar siempre la poda de hojas verdes y el pelado del tronco, pues atraen de manera muy fuerte a las hembras para realizar allí su puesta. Si se han de podar las hojas verdes, se deben elegir siempre los meses invernales. El periodo más peligroso es de marzo a octubre (periodo de vuelo), en estos meses se debe realizar untratamiento foliar inmediatamente después de la poda.
Existe la hipótesis de que el picudo se siente atraído por el olor de las inflorescencias masculinas de las palmeras, basado en el hecho de que existe una preferencia del insecto por las palmeras de este sexo. Sería pues conveniente eliminar estas inflorescencias lo antes posible.
Se deben cubrir las heridas y agujeros presentes en el tronco con mástic, silicona, látex o similar y si se trata de una zona muy grande además rociar con insecticida la zona herida.
No se deben mojar los troncos de las palmeras al regar, pues provocan podredumbres que pueden ser utilizadas como lugar de puesta, ni utilizar espuelas con largos pinchos que provoquen heridas al trepar a las
palmeras.
Medidas de cuarentena y estrategia de erradicación
Se deben evitar los transplantes de palmeras en toda zona con presencia de picudo para no favorecer la dispersión de la plaga.
Si por alguna razón deben moverse palmeras, se deben antes adoptar todas las medidas a disposición (eliminación de los hijuelos, tratamientos con sistémicos por riego o por inyección, tratamientos foliares) para asegurarse de que no puedan contener picudos, deben beneficiarse estas palmeras de un sistema de trazabilidad y de una especial vigilancia.
Así mismo, la importación de palmeras de un área infestada a otra libre de la plaga es un riesgo inaceptable.
El enorme incremento de palmeras infestadas que se han detectado en la Comunidad Valenciana, así como en Murcia, Andalucía, Cataluña y de forma dramática en las Islas Canarias completa la triste constatación de que las disposiciones adoptadas hasta ahora por la administración son totalmente ineficaces.
Dos patrimonios únicos (el Palmeral de Elche y los palmerales silvestres de Phoenix canariensis en las islas Canarias), la importante actividad económica que representa la producción de palmeras ornamentales, el factor turísticoque representa el paisaje de palmeras en las ciudades costeros estáseriamente amenazado por el picudo rojo.
En base a esta dramática constatación, recomendamos que las medidas cuarentenarias y la estrategia de erradicación adoptadas hasta ahora sean urgente y seriamente reconsideradas en un plano regional, nacional, y europeo con la asistencia de expertos internacionales con alta experiencia en campo en el control del picudo rojo.
(Publicado en Phytoma.com febrero 2007 (Hemeroteca-ed.186)